Un camino, en sentido lato, designa toda vía de comunicación
entre dos puntos; en su sentido restringido y más usado, se aplica a las vías
terrestres de comunicación.
Los caminos son bienes de dominio público de la nación,
provincia o municipio, y de aprovechamiento común. Naturaleza que, así como la
cualidad de ser impresquitibles, se les reconoce desde antiguo.
Mineralogía del suelo
Arcillas, limos, arenas y
gravas están clasificados por su tamaño, pero eso pueden consistir en una gran
variedad de minerales. Debido a la estabilidad del cuarzo respecto a otras
rocas minerales, es el material constituyente más común de la arena y el limo.
Mica y feldespato son otros minerales comunes presentes en arenas y limos. Los
minerales constituyentes de gravas suelen ser muy similares a los de la roca
madre.
Los minerales más comunes en
las arcillas son la montmorillonita, la esmectita, la ilita y la kaolinita.
Estos minerales tienden a formar estructuras en placa con un rango entre
{\displaystyle 10^{-7}m} {\displaystyle 10^{-7}m} y {\displaystyle 4x10^{-6}m}
{\displaystyle 4x10^{-6}m} y un rango de grosores entre {\displaystyle
10^{-9}m} {\displaystyle 10^{-9}m} y {\displaystyle 2x10^{-6}m} {\displaystyle
2x10^{-6}m}, y tienen una superficie específica relativamente grande. La
superficie específica es definida por el ratio de área superficial de
partículas entre la masa de la partículas. Los minerales de la arcilla tienen
un rango de superficie específica de 10 a 1.000 metros cuadrados por gramo.
Esto hace que las arcillas tengan unas propiedades químicas y electrostáticas
completamente distintas a la de otros materiales.
Los minerales de los suelos
están predominantemente formados por átomos de oxígeno, silicio, hidrógeno y
aluminio, organizados en formas cristalinas. Estos elementos junto con el
calcio, sodio, potasio, magnesio y carbono constituyen más del 99 por ciento de
la masa sólida de La Tierra.
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